El final de los coches de combustión esta cerca
Ya no quedan apenas empresas automovilísticas que no excluyan de su plan de ruta los coches de combustión. Volkswagen tiene previsto dejar de vender coches con motores de combustión interna, gasolina o diésel, en 2035 como máximo. A partir de entonces solo venderá coches eléctricos de batería, algo más tarde, la marca alemana prevé hacer lo mismo en Estados Unidos y China. Fue el máximo responsable de ventas y marketing de Volkswagen, Klaus Zellmer, quien lo explicó en una entrevista al Muenchner Merkur.
También se suma Kia que asegura que en 2035 será «totalmente eléctrica» en Europa y en 2040 en el resto de los principales mercados mundiales, lo que le permitirá lograr en 2045 ser una empresa neutra en carbono en su cadena de valor, también ha recordado que está trabajando con sus proveedores para reducir las emisiones de carbono de la etapa de suministro de componentes.
La transición hacia el coche eléctrico está en marcha. Costará décadas, pero ya hay que dar los primeros pasos, y eso conllevar decir adiós a algunos de los motores de combustible más legendarios. BMW ha anunciado que dejará de fabricar tres de sus motores de combustible más potentes, y otro más podría entrar en la lista. Y aunque los coches de combustible van a seguir siendo su prioridad durante años, sus motores eléctricos van a cobrar cada vez más importancia.
Según el el jefe de I+D de BMW, Klaus Froehlich, los coches electrificados solo serán el 20% o el 30% del total para el año 2030. Pero todas las marcas tienen asignadas unas cuotas de contaminación, y para no superarlas hay que eliminar los motores más contaminantes.

¿A que se debe esta repentina oleada de comunicados?
Las políticas verdes son una prioridad para la Unión Europea y así lo demuestra la propuesta que esta efectuando la Comisión Europea: el fin de la producción y venta de coches de combustión en 2035. La medida, que incluiría también a los coches híbridos y de gas, se enmarca dentro del ambicioso plan Fit for 55 que tiene como objetivo reducir las emisiones contaminantes en un 55% respecto a los datos registrados en 1990 y alcanzar la neutralidad climática (cero emisiones) en 2050.